De un tiempo a esta parte, los grupos y compañías de discos solo quieren estribillos y estribillos y estribillos; por lo que no le debería extrañar a nadie que las canciones se hayan convertido en una sucesión de acordes como de excusa para llegar al momento culmen —que colma—: el estribillo. Se supone que el estribillo —sí, repito mucho “estribillo” como los estribillos de las canciones— será el elemento clave para que la canción se escuche y tú te hagas popular. Ya no sé si se dice vender discos, o bajar discos, o me gustan o o o o o o o (si lo lees con música aquí tendrás un estribillo de hoy en día).
La diferencia de tener una canción excelente a una con gancho se basa en que tengamos una canción con un estribillo guay, pero con una estrofa aún más guay todavía. Cuando oímos esas canciones míticas que tanto nos flipan, solemos olvidar que llevan unas estrofas que superan totalmente al estribillo, ya que este se encarga de colofonar (o sea, ser el colofón) el desarrollo de la estrofa, su evolución lógica.
Pero de ahí, a lo que nos encontramos hoy en día, va un mundo, ¿cómo puede ser que las estrofas sean un simple trámite para llegar cuanto antes al ohhh, ye yo ye o algún sonido onomatopéyico que aparece, hasta decir basta, en estribillos que escuchamos en la actualidad?
—Y lo digo por experiencia—
Hagamos más inca pie en lo más difícil del tema: las estrofas y los puentes. ¿Que por qué son lo más difícil?
Pues porque si te pones a pensar …
…
…
(¿Estás pensando?)
…
resulta más complicado componer alguna de esas otras partes de la canción que un estribillo que todo el mundo cantará o tarareará.
Todo esto lo llevo pensando desde hace mucho tiempo, pero el otro día veníamos de tocar y pusimos el Rubber Soul (sí, lo sé, llamadme clásico si queréis) y empezamos a diseccionarlo. La verdad es que era tarde y no sabíamos otra manera de no dormirnos, así que empezamos a flipar, otra vez, con las canciones del disco y si hubo algo en lo que todos coincidimos fue en las melodías tan espectaculares de las estrofas, hasta algunas nos hacían olvidar los tremendos estribillos.
En fin, vivan las estrofas que, al fin y al cabo, suelen ocupar más tiempo en la canción, por lo que debemos centrarnos más en ellas para que sean mejores.
Y YA NO HAY MAS DISCUSIÓN ON ON ON ON ON ON ON
Totalmente de acuerdo!!! Las grandes canciones guardan un equilibrio, siempre. Me has tocado la vena con el Rubber Soul!!! Un grandísimo disco… enorme
Yo siempre he sido muy estrofero,¿existe esta palabra? jajajaj
Recuerdo perfectamente ya de jovencito,que ya me fijaba un poco en la estructura,me preguntaba en muchas canciones que me gustaban el por qué de esas secciones tan malas, ¡¡¡Los puentes !!!
Y es que sobre todo había puentes que eran para matar a alguien,no entendía por qué coño estaba ese trozo ahi que nada tenia que ver con el desarrolo de la canción.
A ver si un día nos hablas de los puentes Paco,que algunos mas que unir separan,eso si que tiene castaña.
Por cierto es increible la distribución de los instrumentos en la mezcla del Rubber Soul,no recordaba que fuera tan radical,puro entretenimiento tanto a nivel artistico como técnico.
Efectivamente, los estereos de los beatles eran muy radicales!! Aun así, yo excepto Abbey Road y Let it be siempre escucho los discos con mezcla mono. Me parecen mezclas más trabajadas…